Simplemente de camino a clase disfruto de la multiculturalidad y el cosmopolitismo de esta ciudad que acoge a inmigrantes de los rincones más diversos del mundo. Ciudad de contrastes. De sombras y de luces. Cada día disfruto de las incoherencias belgas, que he aprendido a apreciar (me voy convirtiendo poco a poco).
Parece que sentimos una atracción irremediable por las listas (en realidad sólo algunos según mi amigo Francisco...). Aquí os dejo la mía: