13 de julio de 2008

Blogsayo VII. Volver atrás

A veces, salen cosas de debajo de las piedras. Y no lagartijas precisamente.
A veces, basta con decir una palabra de más, para que se derrumbe una pared.
A veces, basta mirar de una determinada manera, para que todo haya cambiado.

Son esos momentos en los que desearíamos volver unos segundos atrás, y cerrar los ojos y callar. Pero cabe preguntarse si son evitables estos instantes que dan un giro no deseado a las circunstancias.
Esa palabra inadecuada, tal vez haya servido para algo. Tal vez si no era en ese momento, hubiera salido en otro de nuestros labios. Tal vez con esa centésima de tormenta, hemos evitado un huracán. Porque tal vez, las palabras sirvan para algo, y si las decimos, sea por algo. Y si las decimos en un momento determinado, tal vez, aunque inconscientemente, también sea por algo.

Porque, tal vez, callarse no es siempre la solución, ni volver atrás el remedio.

1 de julio de 2008

Blogsayo VI. Acerca de los pequeños y grandes problemas

A veces, las pequeñas cosas no son tan pequeñas. Sobre todo cuando no las podemos comparar con las grandes. Cuando los problemas son gordos, los problemillas apenas se notan; pero cuando no hay de los primeros, los segundos se antojan enormes. Hace poco vi una película en la que una madura Susan Sarandon no aceptaba los dolores de sus familiares, porque los veía minúsculos al lado de haber estado en un campo de concentración. Y es cierto, hay problemas y problemas. Pero no por ello tenemos que despreciar los pequeños, ni alardear de los grandes. Son problemas sin más, y unos nos tocan más de cerca que otros. Duele saber que la gente se está muriendo en África, pero sí se muere un ser querido sufrimos más, ¿Son dolores de distinta calidad? No, el dolor es dolor. Y cuando nos están sacando una muela, el hecho de pensar en alguien a quien le están amputando un brazo sin anestesia en una guerra, no hace que disminuya nuestro dolor.El ser humano sufre, y tiene problemas. Ni grandes ni pequeños. Problemas.