24 de enero de 2012

Shame y el arte de avergonzarse


Justo cuando acaba una película me gusta ver los créditos, en ellos se reposa lo visto y se suele pensar qué te ha parecido o qué vas a decir cuando te pregunten las personas con las que has ido al cine.
Y si hay que decir que es poesía visual, se dice. Sin miedo a que te tachen de lo que sea. Por mucho que digan que eso es lo que se dice cuando no se tiene nada que decir.
Pues Shame es poesía. Imágenes bellas entrelazadas unas con otras. Escenas lentas, reposadas, que se recrean en la estética de la imagen. Escenas que no tienen prisa, que te transportan hacía ellas, que te invitan a entrar.
En Shame, Carey Mulligan canta New York, New York, y la escena dura lo mismo que tarda ella en cantar la canción (tiempo de la historia = tiempo del discurso), y en el transcurso te da tiempo a disfrutar la música y la escena, y a entrar de lleno en ella. Eso es poesía.
O cuando Fassbender corre por las calles desiertas de Nueva York. Y corres con él, porque el ritmo de la película te lo permite.
Tampoco quiero pasar sin mencionar la primera escena en el vagón de metro. Es una escena tensa y excitante (más, quizá que otras escenas más evidentes de la película), en la que es necesario que haya ese ritmo y esa pausa mencionados. Ese ritmo que hace que algunos tilden las películas de lentas y aburridas. 

En fin, el contraste entre una historia carente de cualquier poesía, pero unas hermosas imágenes, unos decorados impolutos y unos actores de excepción. En definitiva, una película con un ritmo particular y una historia cruda y desagradable. Una historia de vergüenza narrrada sin ningún pudor.

Y ni siquiera necesitaba hacer una crítica de Shame (no ahora que tengo un montón de pelis sobre las que hablar). Pero en honor a las personas con las que fui al cine y empezaron a minusvalorar la película sin haber si quiera reposado el final, sin esperar a sentir el aire fresco de la calle en la cara… en honor a ellas escribo estás palabras, y por lo que veo (nunca sé bien lo que pienso de una película hasta que escribo sobre ella y empiezo a sacar cosas dignas de análisis o mención) me pareció una buena película.