18 de febrero de 2013

La cinquième saison


La cinquième saison es a la vez un elogio a la vida rural y a la fuerza de la naturaleza, y al mismo tiempo una crítica al gran arraigo de las supersticiones en la cultura popular.

La película comienza de manera agradable, nos retrotrae a la vida en el campo, a las labores cotidianas de los ganaderos, los granjeros, los apicultores. Un pueblo de la campiña belga se prepara para la ceremonia de despedida del invierno, con sus bailes, sus muñecos gigantes y su discurso, en definitiva: sus tradiciones. La diferencia es que este año ni siquiera la tradición consigue que el poderoso invierno abandone el pueblo (la comarca, la zona) con el consecuente desastre para las labores del campo.

Visualmente la película se compone de imágenes bellas, poéticas, en las que el tiempo parece detenerse. Ciertas imágenes recuerdan a las videoinstalaciones de Bill Viola.

La sensación de frío está conseguida de una manera maravillosa (no sé yo cuanto frío tuvieron o no que pasar los actores), pero las caras pálidas de carrillos y nariz enrojecidos, las ropas de abrigo capa sobre capa, y la inmensidad de los bosques sin hojas sobre el suelo nevado hacen que te recorran escalofríos durante la proyección.

Muy recomendable.


La Cinquième Saison (Peter Brosens, Jessica Woodworth, 2012)

15 de febrero de 2013

Febrero: Fachadas

No puedo evitarlo. Me encantan las fachadas. Y me encanta fotografiarlas. Me gusta el punto de vista del paseante, que crea ángulos interesantes y reflejos celestiales (que no divinos).





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Bruselas / Lieja, Lieja, Lieja / Gante

© ana-cronista, Febrero 2013

4 de febrero de 2013

La experiencia David Hockney

A Bigger Picture es una exposición que contiene los últimos diez años de trabajo de David Hockney, en los que el artista se centra en los paisajes de Yorkshire en su Inglaterra natal y el paso de las estaciones, así como en una reflexión sobre los puntos de vista y la mezcla de formatos y medios artísticos. Así, los óleos sobre lienzo y las acuarelas se mezclan con las creaciones digitales que Hockney realiza en su Ipad y que se presentan impresas en gran formato.
 






También está presente el videoformato; a través de 9 cámaras en travelling (montadas sobre su jeep), Hockney recoge nueve puntos de vista del paisaje con un ligero desajuste espacial:



Estas grabaciones multi-pantalla nos permiten adentrarnos en el paisaje de manera original y consiguen nueve puntos de vista diferentes, que contemplados en conjunto ofrecen una sensación de unidad dinámica. Este mismo efecto es el que Hockney busca con sus lienzos, cómo el mismo explica en este pequeño diagrama:


La exposición ocupa un enorme espacio y alberga montajes grandiosos a la par que vídeos ilustrativos sobre la forma de trabajar de Hockney, cuadernos de bocetos, Ipads...
La sala más impresionante es la que alberga el conjunto “The arrival of spring in Woldgate”: una obra de gran formato compuesta por 32 lienzos rodeada de unos 50 dibujos hechos con el Ipad que representan diferentes épocas del año.

The arrival of Spring in Woldgate (2011)


El vibrante cromatismo de las obras es impresionante, y resulta fantástico poder acompañar la visita con videos de Hockney en acción, vestido como todo un señor inglés pintando sus cuadros en medio de la naturaleza; ver los materiales que utiliza, ver cómo guarda los lienzos en unos soportes especiales en el maletero de su jeep; pequeños testimonios que nos permiten acercarnos de manera íntima al artista y que hacen que apreciemos de una manera más completa su trabajo.


En definitiva, A Bigger Picture es una brillante exposición que ha pasado por la Royal Academy de Londres, para donde fue concebida en colaboración con Hockney, el Guggenheim de Bilbao y el maravilloso Museo Ludvig de Colonia, donde tuve la suerte de visitarla.

17 de enero de 2013

JULES ET JIM


Jules et Jim es una película transgresora en todos los aspectos, aunque hoy en día pueda no parecerlo. El libro data de del 53 y la película del 62. La historia se sitúa en 1907 en el libro y en 1912 en la película. En una sociedad que todavía no había pasado por Mayo del 68, el triángulo amoroso y la libertad sexual que se desprende del filme no fue bien acogido. También es la primera película que muestra en escena una incineración, algo que tampoco era habitual en la época.

Además del contenido, desde el punto de vista cinematográfico supuso también una ruptura con las formas - inscrita dentro del movimiento de la Nouvelle Vague - pero en este caso el clasicismo de la voz en off y el hecho de tratarse de una película de época (algo nada propio de dicho movimiento cinematográfico), contrasta con un montaje precipitado y fluido, con cortes bruscos y una música frenética.


Hace tiempo envié al blog de Las Teje y Maneje una recomendación para su Friday's Knitting Cinema, con la película Jules et Jim, en la que Jeanne Moreau sale tricotando con su hija.

Esta película estuvo muy presente el año pasado en mi vida. La repusieron en pantalla grande en un cine de Lieja, la estudié a fondo en la clase de Literature et Cinéma y una parte del examen de la asignatura consistió en analizar la escena final. En verano me leí el libro semi autobiográfico de Henri Pierre Roché (Jules). También descubrí la música de Georges Delerue, compositor fetiche de la Nouvelle Vague y autor de la banda sonora de Jules et Jim.

Stéphane Hessel (autor de "Indignaos") dio una conferencia en Lieja cuyas entradas se agotaron antes incluso de que me enterara. Y resulta que Stéphane Hessel es "la niña" de la película de Truffaut. No, no se ha cambiado de sexo. El guión de Truffaut transformó al hijo de Jeanne Moreau en una niña. O lo que es lo mismo, Stéphane Hessel es el hijo de Helen Grund (a quien da vida Jeanne Moreau en la película) y Franz Hessel (al que da vida Oskar Werner).

Por último, el 21 de noviembre, recibí la postal de la derecha:

La novela y la postal, recibidos de la misma persona 

23 de diciembre de 2012

Navidad y publicidad

Este año estaba segura de que me iba a tocar la lotería. Por la sencilla razón de que ha sido el único año que he comprado un décimo (aunque fuera a medias). El azar de este tipo de concurso es fascinante a la par que maquiavélico, y la idea de soñar con el botín hace que la gente se gaste mucho dinero en intentar conseguirlo.
A mí no me ha tocado el gordo, pero me han tocado otras muchas cosas este año. Así que no puedo quejarme. Si fuera americana hubiera escrito muchas cosas en mi lista de Acción de Gracias.

La publicidad suscita siempre mucha controversia, y quizá más todavía en fechas navideñas. últimamente la sociedad se ha revolucionado, por ejemplo, con los anuncios de Desigual.
Pero sin duda el que más opiniones encontradas ha generado ha sido el último spot de Campofrío. Hay quiénes lo han acusado de aprovecharse de la crisis y de la penosa situación de la gente para vender jamones. Hay quiénes por el contrario han alabado ese canto al optimismo y esa capacidad de producir emoción en las personas que lo contemplan.
La primera vez que lo vi, recordé un vídeo que circuló por las redes sociales hace unos meses en el que se intentaba dar una imagen de España como un país lleno de oportunidades y de logros. El problema es que este falso optimismo se centraba en las grandes empresas y en proyectos e inversiones de las que los españoles no iban a sacar ningún partido. Mis contactos de facebook se dedicaron a compartirlo con alabanzas y yo no podía salir de mi asombro, por que en mí había producido un efecto absoluto de odio y tristeza. Menos mal que los comentarios del vídeo son reconfortantes, por que verdaderamente ese vídeo, llamado "La crisis española desde un punto de vista diferente" es una tomadura de pelo bochornosa.

Al encontrarme con el anuncio de Campofrío y las críticas que la gente empezaba a escribir, pensé que se trataría de algo parecido, pero para mi sorpresa el vídeo me encantó y logró emocionarme. Quizá por que sea realista, quizá por que esconda una crítica mordaz. Porque aunque lo critiquemos, aunque no estemos de acuerdo con la política, con las medidas, con los recortes; aunque queramos irnos para poder tener una oportunidad, España seguirá siendo el país de muchos de nosotros, y sin un ápice de optimismo, sin una mirada a los logros y al pasado, no conseguiremos querer cambiarlo, querer convertirlo en un lugar mejor. Creo que esto es lo que viene a expresar el vídeo. Optimismo sin conformismo. Esperanza sin alabanza.

Miren y comparen:



1 de diciembre de 2012

La experiencia Kaurismäki

A principios de este año fui al cine a ver mi primera película de Kaurismäki que es su última: Le Havre.
Mi primer contacto con este director de nombre gafapasta se remonta a un intento de asociación cinéfila que unos cuantos compañeros pretendimos montar en la facultad allá por primero de carrera. Paula escribió un comentario en el blog sobre La chica de la caja de cerillas. Me pareció interesante, pero en aquellos tiempos yo era una primeriza estudiante universitaria cargada de prejuicios sobre modernos y gafapastas. Yo, amante del cine clásico y discípula de Hitchcock, estaba convencida de que esas películas no era para mí. Qué malos son los prejuicios.


En cualquier caso, acabada la carrera, Kaurismäki volvió a mi vida en forma de una intensa semana viendo sus películas (a saber: El hombre sin pasado, Nubes Pasajeras, Juha y Luces al atardecer), además de la citada Le Havre. Esta última es un poco distinta, las otras sin embargo tienen mucho en común. No diré más, no he venido aquí contar argumentos, solo he venido a vender (léase recomendar) el cine Kaurismäki. Ni siquiera a Kaurismäki mismo, cuya exposición mediática me recuerda a la de Bob Dylan, aunque con menor proyección; se sabe muy poco de su vida y es considerado un cineasta que se expone poco públicamente, sin embargo la realidad es que ha concedido más de cien entrevistas (en las que se ha ido inventando retazos de una vida un tanto dudosa) y además es un bocazas ("no voy a ver películas finlandesas, ¿quién iría?").

La experiencia Kaurismäki me ha hecho tener una sed insaciable de Kaurismäki; de ver las 11 películas suyas que me quedan, y de pensar y escribir sobre su cine. El único libro sobre Kaurismäki en español lo ha escrito Pilar Carrera este mismo año (esto nos puede permitir hacernos una idea de lo conocido que es el cineasta en nuestro país) y está escrito en ese lenguaje académico que tanta rabia me da (¡hola de nuevo prejuicios!), ese que tiene casi más referencias al pie y citaciones que texto propio. En cualquier caso supone una interesante semblanza y en la portada sale un perro, elemento fetiche del cine del realizador y que suele ser interpretado en su filmografía por las madres e hijas de sus perras, sucesivamente.

Para ilustrar este post, que se ha extendido más de lo esperado, quiero utilizar el cartel italiano de la película Le Havre. Nos solemos quejar de los traductores de títulos españoles, pero en este caso los italianos se llevan la palma con el spoiler:



Por último quiero agradecer a mis lectores de Taiwan: me hace mucha ilusión que me leáis desde Taipei y Taichung, así que he investigado que la lengua oficial en Taiwan es el chino tradicional y no el taiwanés y os lanzo este mensaje: 非常感謝

Sí señores, también me han leído desde Grupo Anaya
Muchas gracias por leer, comentar y difundir este post, ¡hasta la próxima!