Este blogsayo debería llamarse: sobre la EXCESIVA publicidad en el metro (de Madrid).
Y es que desde hace unos meses se nos está bombardeando con una sarta de anuncios, de magnitudes desproporcionadas e irritante colorido.
La publicidad en el metro, que antes estaba reducida a unos marquitos metálicos de aire retro, se expande ahora a paredes, suelos, ventanas, columnas, escaleras, trenes y ventanas.
Desde un punto de vista económico ha sido una gran idea: caminémos hacia la ciudad del futuro, La Ciudad-Anuncio, el Gran Hermano... (y ya de paso generemos dinero).
Y es que esta reciente exageración de los límites de publicidad que el ser humano puede asimilar en un día, ha de estar generando unos ingresos tales que, al menos, todos los jóvenes podríamos ir gratis en metro a su costa. Y me quedo corta.
Pero, ¿Qué se está haciendo con ese dinero? [Silencio]
Nadie lo sabe, no se sabe. A nadie se nos ha explicado el porqué, ni el cómo, ni siquiera sabemos ya el cúando.
Pero lo peor no es la desinformación ciudadana, es la poca reflexión; es que nadie se plantee porque ahora en vez de ver su reflejo en las ventanas del vagón y atusarse el flequillo, ve una vaca naranaja.
Ya no sé de quién depende el Metro de Madrid, si del uno o de la otra, pero lo que si sé es que gracias a los millones que se están sacando de esto, se pueden pagar unas cuantas tuneladoras
7 comentarios:
Ya sabes, el gobierno niega todo conocimiento...
totalmente...
lo subterráneo de los negocios del metro...
Se ha hecho mucha ironía sobre algo tan serio como es la invasión de la publicidad, sin realmente dar a entender que estamos rozando la obsesión.
Como bien has dicho, ya ni podemos pasar 1 minuto entre estación y estación sin ver ideas en las que gastar el dinero, porque los carteles están hasta en los vagones: Nos falta imaginación y claro, nos las tienen que recordar cada 10 metros.
Si vives en una ciudad, un lugar en el que puedas mirar al frente sin ver un anuncio se puede considerar un santuario, que no tardará en desaparecer.
No estaría de más preguntarnos cuando aparecerán las marcas en el diccionario, o cuanto falta para que en nuestro ascensor una pantalla nos explique las ventajas de comprar electrodomésticos 1cm mas pequeños.
Personalmente me agrede. Y un poco me preocupa de cara a un futuro que cada vez me parece menos lejano.
Un beso! y a ver si te conectas...
^^
No había pensado lo de las marcas en el diccionario...! :O
Vivimos en la era del continuo spot. Y yo creo que podrían dejar de embolsarse millones de dinero con publicidad y pagarnos el abono por lo menos hasta los 25 años. Que se dejen de tanta gaita de paneles y de anuncios que no sirven para nada y nos den algo de ese dinero. Que para luego ampliar las lineas y hacer m´ñas estaciones, bien que suben los impuestos...
Jo, esto me recuerda al capítulo de Futurama en que Fry veía publicidad en sus sueños.
Lo triste es que como van las cosas aparenetemente ese día no está lejos.
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