22 de noviembre de 2011

Historias de Lieja: el café

Beber café en Lieja es más que un placer. Aquí ilustran el café con galletitas, licor de huevo, azúcares varios o virutillas de colores. La mejor invención son los platos para el café; tienen el hueco para la taza a un lado, para poder tener espacio para las galletas y los frasquillos de leche.
Yo, condenada por las mañanas al nescafé de marca blanca, me deleito con los cafés de las terrazas belgas, en los que, si el tiempo lo requiere instalan unas estufas que prácticamente te obligan a quitarte el jersey.
Se trata de un café suave, muy diluido, que te permite beberlo por las tardes y dormir por las noches.
Me hago fan de las bandejitas plateadas y las galletas de canela.
















































Porque...

Bebe...:)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué estupendo poder beber un café tan ilustrado; donde yo vivo parece que lo hicieran con los posos del dia anterior y que encima te estuvieran haciendo un favor, por el estruendo que montan.
A quién le hace falta una cafetera teniendo tanto y tan bueno donde elegir...y tan bonito(o al menos lo son tus fotos)
un saludo

Anónimo dijo...

Tu prima reconoce algunos de estos cafes... :)
La Amsterdamesa

nanillas dijo...

Son fantásticas las imágenes que acompañan esta entrada. Confieso tener predilección por fotografiar tazas de café como tú. Algo que me llama la atención es cómo cambia el concepto de café según el sitio geográfico dónde te encuentres. En España, todos tenemos muy claro lo que van a traerte si pides un "café con leche", pero si lo pides en Estados Unidos, en Alemania, en Suiza y en Italia, te traerán algo muy distinto en cada lugar. En realidad el café es algo que se puede comparar con las diferentes costumbres y por qué no las diferentes culturas. Uf!!! se podrían decir muchas cosas sobre este tema.